martes, 30 de junio de 2009

thx to...


Llega un momento en que una se tiene que parar a darle las gracias a la vida por varias razones, y si el momento es una noche de verano de estas que te mueres del aburrimiento, del calor, y de la apatía, mejor que mejor.
Pues bien: yo le doy gracias a la vida por muchas razones, y ya es dominio público que una de ellas tiene cierta preponderancia sobre las demás.
En primer lugar, doy gracias por mis amigos, por mi familia, por las bebidas con cafeína y teína y por los pancakes. Por la música y la literatura, por la - ya fallecida - cámara réflex de mi papá, por la poesía de Mario y la de otros tantos, por Naruto y por Apple. Por Photoshop y por la creatividad. Porque he aprobado selectividad al fin y al cabo y voy a entrar a la carrera que quiero. Por Starbucks y por la bicicleta estática.

Y en segundo lugar, y no por ello menos importante, doy las gracias por él. Por Bruno, mi Bruno.
Nadie podrá hacerse nunca una idea de cuánto nos queremos en realidad. No hay medidas. Es tan puro y simple, tan simple como la mirada de dos personas que se enamoran por primera vez, y de la persona adecuada. Doy las gracias por cada vez que me ha tomado la mano y la ha presionado contra sus labios como si fuera su mayor tesoro. Por aquel primer beso y por todos los que vinieron, por nuestra primera noche juntos y por cada vez que hemos sido uno solo. Por cada llamada de teléfono y por cada conversación en la que acabamos diciéndonos que nunca nos separaremos. Por cada desayuno, comida, merienda y cena. Por cada paseo y cada discusión, por cada película en el cine o en el sofá de casa, por cada episodio de South Park y por las empanadillas de patata y el helado de yogur con frutas del bosque. Por Terminator y el buen rato que nos hizo pasar juntos, por el Nestea que le robamos a mi madre cuando hace calor, por nuestros baños y por las caricias. Por toda la música que me ha hecho descubrir y apreciar, por la nota del Last FM y por la manera en que me sorprendió el día de mi cumpleaños. Por el DVD de Avenged Sevenfold y las comidas en Monóvar. Por las hamburguesas Director's Choice y Bar-B-Q del Foster's Hollywood y el pollo del KFC, por la banda que versionó I Don't Wanna Miss A Thing en L'Aljub e hizo que le cogiera de la mano, le abrazara, le besara en el cuello y le cantara al oído; por el gato de la plaza de Albatera y las tarifas vitamina de Vodafone.
Por todos los besos que me he dejado robar, por sus caras de topito, por nuestra futura casa y la música que sonará en nuestra boda. Por los portátiles Packard Bell y por la cámara de fotos de su móvil. Por la cerveza Voll-Damm que tan buenos ratos nos ha hecho pasar; por Carnavales y por mi graduación. Por la Nochevieja a su lado, por su familia, por el turco, por Sonic Syndicate y por la pulsera de Jack que me regaló. Porque él me ayuda siempre a salir adelante, no importa cual sea mi problema, por su cariño y porque le tengo pura y dura ADORACIÓN.
Si tengo que creer en algo parecido a un Dios o ser superior, lo tengo claro clarísimo.
Soy Bruneísta :)


¡Gracias, Señora Vida, por traerlo hasta mí! ¡Te debo una!


mood: i miss u
iTunes: the bleeding - five finger death punch

jueves, 4 de junio de 2009

Bruno y yo, yo y Bruno.


A veces hago cosas que no comprendo. Pero la única de la que estoy segura, al 104%, es de que te amo con todas mis fuerzas, de que vivo para ello. Eres la única razón de mi existencia y en ocasiones, mi existencia y yo tenemos confrontaciones. No sabes cuantísimo odio discutir contigo. Y no sabes cuánto te agradezco, por otra parte, que a pesar de todos mis defectos, de todos mis cabreos y de mis actos incomprensibles, tú me sigas amando como el primer día. Quería que supieras, o más bien, rogarte que no pienses que algo ha cambiado en mí. Que no creas que te concibo de forma diferente a como lo hacía antes. Por favor, me duele. Muchísimo.
Sigues siendo la razón por la que veo a mi alrededor, por la que río, por la que lloro, por la que respiro, por la que vivo. Todo sigue pareciéndome igual de nuevo cada día, cada día contigo es un nuevo descubrimiento; y te doy gracias por guardarme esos rincones inexplorados en tu alma, para que pueda perderme en ellos, empaparme de tí y de tu vida. Si cada una de tus respiraciones cuando estás durmiendo son mi música favorita, siempre cambiante y diferente, pero a la vez eterna, como tú. Cuento cada segundo contigo como si fueran gotas de agua, aunque puedan parecer iguales, siempre, siempre hay algo que los hace diferentes y únicos. Nunca hay nada rutinario, no hay sitio para el aburrimiento. Simples noches ociosas en tu sofá mirándote a los ojos ya son lo más especial que hago durante la semana. Es lo que quiero hacer toda mi vida. No quiero volver a caer en el error de tenerte por seguro, no quiero volver a comportarme como una egoísta, no quiero pensar que, por cualquier cosa, te puedo perder; quiero hacerte el hombre más feliz del mundo, igual que yo soy la mujer más afortunada por estar contigo, porque me proteges y porque me amas sin ningún tipo de límite.

Bruno, eres la respuesta a todas mis plegarias. Eres una canción, un sueño, un murmullo. No sé cómo he podido vivir tanto tiempo sin estar a tu lado.

Te amo.