lunes, 11 de abril de 2011

Un fin de semana movido.

De vuelta de otro fin de semana, en realidad ninguno llega a ser normal pero este se ha salido de los estándares mucho más de lo normal. El viernes fue más tranquilito, no hicimos nada relevante, además Bruno estaba malito y tampoco estaba para muchos trotes. Vinieron Rafa y Espe alias Los Prometidos a cenar. El sábado salimos a dar una vuelta porque yo empiezo con mi dolor de estómago crónico (me preocupa, me tendré que buscar alguna moñada de esas como la de Paradise Kiss de caramelos-medicina que funcionan con amor de Bruno o algo xD) y se me pasa. Compramos gominolas para el día siguiente, y un Tokke y Trojskis (o Jumpers, como Bruno se empeña en llamarlos) para él. También compramos Peta Zetas!


Hacía eones que no veía Peta Zetas, nos lo pasamos super bien haciendo el inútil por la calle oyendo como nos saltaban las cosicas esas en la boca y dándonos besos. Pasamos por Casa Pepe, el bar donde trabaja Bruno para saludar y quedo maravillada al ver las natillas bicolores que había hecho Toñi, la cocinera/diosa. ¡Al final nos regala unas! ¡Esa mujer se merece un Nobel! Cenamos en casa de Bruno y a las 23:15 vinieron Rafa y Espe Los Prometidos, el Rodri y su novia y nos vamos al Trivial. El Trivial es una heladería-cafetería de Albatera que está muy bien, la verdad, la decoración está chula, las paredes son rojas y tiene carteles de pelis desde
Pepi, Luci, Bom hasta Scarface. También tienen una estantería en una esquinita con un montón de juegos. Siempre que hemos ido le he suplicado a Bruno que cogiéramos algún juego porque a mí esas cosas me encantan, pero lo máximo que conseguí fue jugar un día a las palabras encadenadas (T_T) y encima Bruno creyó que me ganaba. Hoy, por fin, mis plegarias son escuchadas y cogemos el Party, juego al que jamás había jugado pero que me proporcionó muy buenos ratos esa noche. Descubrí que tengo cierto talento para dibujar sin mirar, que las chicas sabemos más que los chicos, y que esto es lo que Bruno piensa cuando oye "Bailando con Lobos - pista: película"

Fijaos el pedazo de parque de atracciones que dibujé en 10 segundos ¡y tienen la desfachatez de no adivinármelo!
Nos lo pasamos muy bien, descubrimos que Rafa y Bruno siempre piden lo mismo y que Espe y yo también (mmmhmhmh ChocoClack!), y al final cerramos el Trivial y nos vamos para casa. El domingo había carrera de Fórmula1 en Malasia, no es que a mí me importe mucho, pero Rafa quería verlo y vino a casa de Bruno a las 9:30. Desayunamos churros que había hecho mi suegro y chocolate de mi suegra (todo caserito xD) y comí de todo. ¡Y eso que a mí esas cosas no me gustan! Total, acaba la carrera y éstos dicen: "Nos vamos a hacer downhill!" Sí, a las 12 del mediodía con toda la calina, se fueron. Yo me bajé a entrenar al almacén de Bruno y antes de que él se fuera le dije: "Llévate móvil". "No, no hace falta cariño que volvemos enseguida!", me contestó él felizmente. Fatídica frase. Yo me quedé entrenando, mi suegro se fue a por el periódico, mi cuñada en la ducha... total, que cuando el teléfono empezó a sonar en casa, nadie estaba ahí para oírlo. A las 2, todos volvemos a casa a la vez, y por fin mi suegro coge el teléfono. Yo al principio no le doy importancia, pensé que era alguien del trabajo. Pero cuando empecé a oír: "¿Pero dónde está? ¿Pero qué ha pasado?" y ver que Bruno no había llegado, el corazón me dio un vuelco. Empecé a temblar pero de verdad, y a mirar para todos lados esperando a oír lo que no quería oír. Entró mi suegro y me dijo que tenía que coger la cartera de Bruno, que estaba en Urgencias en el centro de salud porque se había pegado un piñazo con la bici, y teníamos que llevar su SIP. OS podéis imaginar cómo quedé. Bajé corriendo, la madre de Bruno estaba en la puerta. Con la rueda delantera de la bici de Bruno en la mano.


La rueda era algo como esto, pero más doblada, con algunos radios rotos y todo, y claro, ¿qué voy a pensar yo? Nadie me decía nada y yo pensaba "Si la rueda está así y es de acero, ¿cómo coño estará Bruno?" y cada vez me agobiaba más. Llegamos por fin al centro de salud y prácticamente me tiré del coche en marcha porque no aguantaba más con tanta intriga, y cuando entré al centro de salud ahí estaba él... partiéndose el culo, con el brazo vendado y ya. Cuando me vio la cara vino, me abrazó, riéndose todo el tiempo porque yo estaba con unos pucheros que ni mi primo de 4 años cuando le dices que no le vas a comprar un Gormiti de ver que estaba bien, que no le había pasado nada. Me enfadé muchísimo, por supuesto. ¿Cóooooooomo se atreve a reírse de mí? ¿Con lo mal que lo había pasado? Así que cuando llegamos a casa, yo aún no le hablaba y él sólo sabía reírse y yo quería hacerle lo que no se había hecho en el monte. Pero bueno, me contengo. Se pone a ducharse y veo que tiene arañazos y contusiones por la espalda y por todo el costado derecho del cuerpo, y la rodilla un poco bastante hinchada, pero a él se le ve feliz, así que no digo nada. Luego le obligo a que se deje curar las heridas que lleva en la espalda. Me siento tentada de echarle alcohol de 96º, pero al final me contento con agua oxigenada.

Por fin vuelvo a hablarle. Por la tarde nos vamos a una exposición de bicis y motos en el IFA (vaya, parece que no se le han quitado las ganas u.u'), y encuentro su ansiada camiseta de Monster. Se compran una él y una Rafa. Pero claro, los achaques del "accidente" no tardan en hacerse notar, y empieza a estar cansado cansado, y le duele mucho la rodilla y se le hincha el codo, así que vamos a casita a descansar que al día siguiente tiene curas. ¡Que menuda odisea también para ir a curas! El enfermero de Urgencias le dice "de 8 a 9 de la mañana pásate por curas", toma madrugón al canto. Llegamos a las 8 menos cuarto de la mañana, yo medio muerta, al Centro de Salud y hay una cola que alucinas en la puerta. Por fin abren, y resulta que hay que coger número (como en el pescadería, vaya), me acerco al mostrador porque nosotros tenemos que ir directamente a curas (o eso se suponía) y un señor me muerde discretamente la yugular "NENA QUE NOSOTROS HEMOS LLEGADO PRIMERO BABABABAABAAABBABA!" "-Tranquilo señor, no seré yo quien se interponga entre su Sintrom y usted!", le digo educadamente. Total, que hacemos la colita, preguntamos por curas y sin decir nada nos dan una cita para las 13:10. Nos quedamos tan pasmados que cuando nos queremos dar cuenta estamos fuera de la cola, y claro, a ver quién vuelve a preguntar algo con las hordas de ancianos ansiosos por tener sus recetas de medicamentos. Bueno, al menos nos hemos dado un paseíto, que nos ha gustado mucho por cierto, lo de pasear de buena mañanita. Cuando ya casi estamos en su casa, decidimos ir a Casa Pepe a desayunar. Allí nos encontramos con el tío de Bruno, que se toma un chupito, compra un paquete de tabaco y le dice a Pepe que se cobre y le dice: 9 euros. Yo me quedo pensando: "Ostias, cómo se cobra el Pepe los chupitos! ¿Tanto ha subido el tabaco?" Luego resulta que nos había invitado, qué majísimou! :)

Bruno con la vendita en el brazo, el hielito en la rodilla y su camiseta nueva de Monster :)

A la 1 volvemos al centro de salud, preguntamos por curas, nos mandan al piso de arriba. Por fin encontramos la consulta, y nos sentamos en la sala de espera, Bruno parece un niño y yo lo miro con adoración. Esperamos y esperamos, y cuando ya son las 2 menos cuarto y no nos llama ni Dios me da por preguntarle a la señora que tenía al lado que qué hora llevaba ella para pasar. Me explica amablemente que nos hemos confundido de enfermero, que tenemos que ir al piso de abajo, en Urgencias. Genial. Vamos, curan a Bruno por fin (un hombre de nariz venosa, esas narices me llaman mucho la atención o.o). Cuando le quita la venda que llevaba del día anterior me dio un poco de asco porque lleva una quemadura por abrasión de esas bastante grande y de todos los colores (bueeeghh), le curan y por fin ya está todo. Eso sí, yo no llego a Francés. Comemos, y nos vamos para la uni, a estudiar en la biblioteca. Me lo pasé bien :) Y por fin hice todas las cosas de Japonés. Y una redacción que se me quedó preciosa (L) Luego vamos a merendar, tostadas con tomate del Club Social y Bruno se compra un Monster y ya se va. Moraleja: Sabía desde hace años que si a Bruno le pasaba algo yo tendría un colapso. Este fin de semana lo he comprobado. Me llevé un susto de muerte cuando vi la rueda de la bici, se me pasó de todo por la cabeza. Pero si algo se demuestra con esto es que tengo un novio más duro que el granito. De los que parten platos con la cabeza y no se hacen nada. Pero al que le dan un asco que se muere las pomadas y que luego tengo que cogerlo y pelarle las manzanitas y dárselas partidas porque "está enfermito" ¬¬. Menudo morro que tiene el tío. Creo que le gusta verme de enfermera. Pero en realidad me encanta que se ponga moñas a veces y me pida que le cuide ^_^. Excluyendo el hecho de que se pegó un "fostiongo que lo flipas, con saña y alevosía", el fin de semana no ha estado nada mal. Y la segunda moraleja...

...es que no le puedes decir a Bruno "cariño espera que le haga una foto antes de comérnoslas, que me hacen gracia porque son de dos colores." Porque no lo entiende. Y en el medio minuto que tardas en ir a por el móvil, se zampa la mitad. Ainnnnsss...

2 comentarios:

  1. ¡Buajajaja! Es que con la comida no se juega.

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  2. Cariiiiiii, quiero ir al Trivial, que tienen psters de PEPI, LUCI, BOM Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN. Es un crimen que todavía no la hayas visto.

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