jueves, 23 de abril de 2009

lo que amo.

Amo tus ojos y la forma en que me miran.
Amo la forma en que tus labios se curvan lentamente cuando estamos en el coche y me observas, hasta dibujar una sonrisa que me quita el aliento.
Amo la dureza de tus brazos y lo cómodo que es dormir en tu pecho.
Amo tu manera de beber agua de la botella y la forma de tus dedos.
Amo tu cara de topito y ver cómo te desperezas.
Amo tus pintas de recién levantado y el primer beso del día, ese que me das aún medio dormido.
Amo verte dormir y ver cómo te vistes, y amo tu manera de andar desnudo, despreocupado.
Amo tu inteligencia y todas las cosas que me enseñas, y todas las cosas que has cambiado de mí.
Amo tu pasión - casi obsesión - por el orden y la limpieza, por el deporte y por la salud.
Amo tu amor por la música, y verte tocar la guitarra.
Amo cómo me besas y me coges entre tus brazos como si yo fuera algo que puede romperse, amo la delicadeza que guardas en ti y que reservas para mí.
Amo el cuidado y el perfeccionismo con el que haces las cosas, cómo intentas darlo todo de tí, cómo intentas darme todo de tí.
Amo que sepas exactamente cómo tienes que acariciarme en el abdomen para hacerme sentir escalofríos.
Amo que deposites en mí toda tu confianza, más que en ninguna otra persona.
Amo tu paciencia, tu aguante conmigo, que me perdones cuando hago algo mal.
Amo que me acompañes en mis miedos, en mis fragilidades y en mis fortalezas.
Amo tu risa cuando estamos haciendo batallas de cosquillas.
Amo tu cara, esa cara justo de después de hacerme una trampa al Worms.
Amo cómo me amas.


Incluso...


Incluso amo tus monosílabos, tus puntos suspensivos.
Amo tu odio por las etiquetas y por el rebaño, tu individualismo.
Amo tu odio a las chicas punkies, y a los emos, y a los bakalas, y a los chanclis.
Amo tu manera de tomarte las cosas, para bien o para mal, aunque a mí no me parezcan tan importantes a veces.
Amo tu incesante actividad, tu necesidad de salir a correr cuando a mí me gustaría que nos metiéramos en la cama.
Amo la cara que pones cuando intento tocarte el pelo y no me dejas. - Con lo que me gusta. -
Amo que no me dejes andar descalza por tu casa, y que me obligues a pedirme el kebab con verduras.
Amo - aunque ésta me cuesta más - que me recuerdes que tengo que salir de la cama, y que me quites las sábanas de un tirón cuando sabes que me da vergüenza que me veas.
Amo cuando me coges de una forma en la que sabes que no puedo soltarme y me haces cosquillas en los pies hasta que me caigo al suelo.
Amo tu cabezonería, tu terquedad, tus incomprensibles lealtades.
Amo tu manera de mantener la esperanza siempre.

Amo que, a veces, no comprendas el poder que te confiere sobre mí el inmenso amor que te tengo.


+mood: missin'
+iTunes: betrayed - avenged sevenfold.

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