lunes, 25 de abril de 2011

Asoka.

おはようみんあ!

¡BRUNO VA A ADOPTAR UNA COBAYA!


¡Estoy súper contenta! Jajaja la cobaya de la foto sería ideal para él, para jugar los dos a la Xbox!

Al principio su hermana iba a juntar su cobaya con la de su novio para que tuvieran crías, pero como yo estoy firmemente a favor de la adopción, le dije a Bruno que en la página de Asoka el Grande, una protectora y albergue de animales que hay en San Vicente del Raspeig, había visto a dos cobayitas macho en adopción, que apenas tienen un mes. Se llaman Kiwi y Dátil, y son una preciosidad. En el enlace está su ficha y sus fotitos, estoy deseando verlos. Cuando me he puesto en contacto para que me contaran un poco más sobre ellos, me han dicho lo siguiente: a una chica que compró una cobaya se la vendieron preñada (qué raro) y dio a luz a un macho, Tokyo, y a Tokyo no lo separaron de su madre hasta pasados dos meses... ¡y la dejó preñada otra vez! Qué precoces son estas cobayas, por Dios o_o El caso es que de ahí vienen Kiwi y Dátil.

Como sabrán muchos, soy una obsesa con estos temas. Ya estoy leyendo mil páginas sobre cuidado de cobayas, y eso que ni siquiera me la voy a quedar yo. Bruno quiere quedarse a Kiwi... no le gusta cuando le digo que adopte las dos. Son hermanitos, y cuando dos cobayas están juntas después del destete y se separan se pueden morir de pena. :( No pasa siempre, desde luego, pero bueno, Bruno quiere una y yo no puedo insistir más, además estoy muy contenta y orgullosa de él por adoptar, ¡ojalá pudiera hacerlo yo!

Ahora voy a hablar un poco más de la asociación Asoka. Los conocí a raíz de la movida de los gatos de la universidad. Su principal tarea es, además de dar cobijo, alimentación y cariño a animales abandonados hasta que encuentran un hogar, denunciar el maltrato animal. En su conócenos está toda la información, pero en resumen: no sacrifican, no echan, no abandonan. Dan esperanza y felicidad para los animales que sólo han conocido la calle y la soledad, e incluso para los pobres que han sufrido el maltrato y el abandono humanos, ésos son los peores casos. Dan una oportunidad tras otra a los pobrecitos perros y gatos que tienen miedo y que no aceptan el contacto humano, y a base de afecto y de cuidados infinitos consiguen que pierdan ese pánico que tienen algunos, consiguen que vuelvan a tener confianza en las personas.

Viendo su página, viendo las fichas de los animales que acogen, he llorado muchísimas veces, para qué negarlo. De rabia porque tengan que estar sin casa y sin familia (aunque por otro lado me alegro, porque en Asoka los cuidan infinitamente mejor que en algunas casas), de dolor por lo mucho que han sufrido algunos, de impotencia por que nadie les dé una oportunidad. El ejemplo más claro de la ignorancia y la barbarie humana, y a la vez de superación y fortaleza, es el perro Vive. De algún modo se ha convertido, digamos, en el emblema de la asociación. Si sois como yo, que lloráis hasta con canciones de Rammstein, lo pasaréis mal leyendo su ficha. Pero Vive se merece que su historia se conozca, se merece que alguien con corazón se fije en él y le dé todo el amor que nadie le había dado hasta que una voluntaria de Asoka lo encontró, cuando estaba en las últimas.

Vive sufre leishmaniasis, una enfermedad que se transmite mediante la picadura de un mosquito, y que no es contagiosa, pero sí grave. Un perro que haya contraído leishmania puede llevar una vida normal, siempre que se tengan los cuidados pertinentes. Nadie prestó esa atención a Vive, nadie le cuidó como debía. Cuando sus heridas empezaron a agravarse, decidieron apartar la vista, abandonarlo en el campo. Alguien avisó a Asoka de que había un animal en muy mal estado en un campo, y cuando una de las voluntarias llegó al lugar, encontró al perrito tal y como se puede ver en las fotos. Creo que como yo, aún nadie puede explicarse cómo alguien pudo dejar a un perrito tan precioso como Vive así. Un hombre de un campo vecino dijo que no era suyo, que sólo lo dejaba entrar en su propiedad porque le daba pena, y le tiraba unos mendrugos de pan para que comiera. Hay gente que no tiene ni cerebro ni corazón.

Vive obtuvo su nombre por el milagro que supone tenerlo entre nosotros. La voluntaria lo encontró moribundo, lo metió en su coche y le gritaba "¡VIVE! ¡VIVE! ¡No te mueras!". Y vivió. Cuando llegó al albergue se escondía, estaba muy débil, pero enseguida mostró sus ganas de vivir a pesar de lo mal que lo había pasado, y empezó poco a poco a recuperarse. Y ahora ya lo veis, está muy contento, es muy obediente y cariñoso y ha soportado sus curas sin una sola queja, el pelito le ha vuelto a salir en la cara y las orejas, tiene los ojos muy bien y preciosos, y, aunque no ha recuperado la naricita, la trufa, las heridas han cicatrizado; y cada día va a mejor.


Muchos podrían pensar en la impresión que da verlo, pero yo estoy realmente enamorada de él. Me parece un perro precioso que se merece muchísimo el amor de una familia. Lo único que me hace llorar cuando lo veo y cuento su historia, es la rabia, la furia de pensar en los que dejaron que le pasara esto. Ojalá le hubieran prestado la atención necesaria desde un principio. Ojalá hubiera sido mío. Pero ahora Vive carga con su historia a sus espaldas, y tiene muchísimos padrinos y a los voluntarios de Asoka dándole el cariño que necesita hasta que encuentre su hogar. Gracias a estos voluntarios se ha hecho el milagro, lo he dicho mil veces, los admiro muchísimo. Son gente de la que merece la pena de verdad.

Bueno, volviendo al tema que nos ocupa, la cobaya. Como ya he dicho, soy una obsesa de los animales, así que ya iré comentando cosas por aquí, cómo va la adopción, cuando la tenga por fin y la llegada a casa, y muchas fotitos, porque me conozco. :) ¡Qué feliz estoy!

キス~~!!

+iTunes: Sonne - Rammstein (que, por cierto, me hace llorar. Ya podéis llamarme loca xD)

EDIT IMPORTANTE! (28-04-11):

¡¡¡¡Bruno va a adoptar a los dos!!!!

¡Aquí están las dos preciosidades! ¡Estoy deseando verlas ya! Así que estoy desesperada a ver si me contestan ya al mail para quedar y tramitar la adopción.


Aún son muy chiquitinas, tienen sólo un mes y pocos días. Pero enseguida crecerán y se harán enormes, joer, qué ganas de acariciarlas. *_* Me encanta Dátil (el de la derecha) y a Bruno le gustó Kiwi (el otro xD) así que genial. Uno para cada uno para darles mimos infinitos. ^_^

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