Ya ha pasado una semanita desde que Bruno adoptó a estas dos preciosidades. Al principio eran muy asustadizas, ¡Bruno no se podía poner al lado de la jaula porque en cuanto movía un dedo se ponían a derrapar como locas! Ahora ya se van calmando poco a poco, ya se van dejando coger más, e incluso Dátil (que es un poco más tolerante al tacto, al menos al mío - a Bruno le quieren los dos igual) se puso a bostezar y a desperezarse cuando lo tenía yo en el regazo... ¿eso es que estaba medio relajado, no? :P
La jaula que Bruno les compró es gigantesca como se puede ver, van a estar genial ahí.
Este fin de semana nos hemos recorrido mil veterinarios y tiendas buscando pienso bueno para la parejita, porque no tiene que llevar semillas (y yo soy muy cabezona a este respecto, la verdad) y por fin encontramos en el veterinario Amazonia, que están especializados en exóticos y parece ser que tiene muy buena fama.
En cuanto a la adopción, fue muy bien, quedamos con dos voluntarias de Asoka en el mismo albergue (yo tenía muchas ganas de ir) y precisamente ese día llovió a cántaros, así que no pude ver a todos los animalitos. Pero como nosotros no llevábamos transportín para llevarnos a las cobayas, las chicas nos prestaron uno (me encantó este detalle, en las tiendas te los meten en una caja diminuta ¬¬) y así ya no tenemos excusa, hay que volver un día que haga buen tiempo para pasear a algunos asoketes, jiji. El sitio está genial, por cierto, muy grande, ¡tienen hasta un estanque para tortugas! Vimos unos cuantos gatos que correteaban por allí, porque los tienen sueltos. Y nada, firmamos el contrato y nos llevamos a los peques a casa!
Estoy muy contenta, sobre todo porque veo a Bruno muy ilusionado con ellos, sé que se van a llevar genial. La gente que nunca ha tenido mascotas no sabe lo que es, yo no lo sabía hasta que no tuve a Gato, es alucinante lo que se les puede llegar a querer con que sólo te miren una vez. Espero poder volver a Asoka y darle un hogar a algunos de los asoketes, que lo necesitan.
Cuando veo a Kiwi y a Dátil me emociono, de verdad, ¡es que son preciosos! ¡¡Y ponen unos morritos cuando comen!! Les encantan el pimiento y la endivia, cuando tienes un trozo de eso en la mano se les pasan todos los miedos. Comen mucho y muy bien, beben agua y en definitiva están sanos y normales, así que estamos encantados. Son adorables cuando se tumban a dormir la siesta *_*
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