domingo, 29 de marzo de 2009

contrarreloj.

Siempre escribo con la intención de dejar ver lo que hay en mí, la transparencia.
De igual modo, hoy escribiré para contar que ayer estaba en tu cocina ideando mil maneras de matar el tiempo. No es que yo sea una persona violenta, no, pero también confesaré que ninguna de esas mil maneras era agradable o indolora - y todas ellas implicaban tus utensilios de cocina -, y por una vez, me atrevería a emplear el ensañamiento puro y duro porque quiero que el tiempo sufra. Igual que sufro yo, sí. Tiempo pasado, y sobre todo tiempo presente. Y dicen que el pasado quedó atrás, que no podemos estar con la cabeza vuelta todo el tiempo, que eso ya no importa. Bien, sí que importa. El pasado nos configura, ¿cómo no va a importar? Importa lo que hacía que en aquellos momentos, yo quisiera coger tu tostadora de pan y hacer una masacre - unipersonal - con ella. Y no por ti. Por el pasado. Será cierto que dar la espalda a lo que ocurrió es una tontería, pura cobardía. Pues yo no quiero darle la espalda. Quiero darle con un bate.

El presente. El presente es mucho peor, porque tengo mayor conciencia de él. Y lo odio. Profundamente. El presente es el que hace que esté aquí sentada escribiendo, echándote de menos, en lugar de estar tumbada a tu lado viendo Prison Break y comiendo macarrones con atún y huevo y queso y diciéndote que la tónica Schweppes me da mucha agonía. Y es que nos ponemos el reloj en la muñeca para controlar el tiempo, y es el tiempo el que nos controla a nosotros. Y las horas me pesan encima durante la semana, cuando no puedo verte; y sin embargo, llega el fin de semana, y el tiempo se me va en un abrazo. Y así me veo. Domingo, está lloviendo, cambian la hora, ayer te tuve en mí y ahora estás allí. Y yo aquí. Dios mío. Cuánto te echo de menos. Quisiera hacer una hoguera con relojes, kilómetros, un par de personas y la añoranza. Y ya puestos, con la tónica Schweppes también.




mood: coño. =(
iTunes: razorblade kiss - HIM

Your love is a razorblade kiss, sweetest is the taste from your lips...

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